Rajoy: “Una Europa unida puede darnos otros 60 años de prosperidad y seguridad”

Entrevista a Mariano Rajoy- Presidente del Gobierno

Tomó las riendas del Gobierno en 2011, cuando la economía española estaba “en caída libre”. Tuvo que tomar “decisiones muy drásticas” para enderezar el rumbo y recuperar todo lo perdido con la crisis. En su segunda legislatura, Mariano Rajoy sabe que ahora toca pactar pero no parar. Su agenda política está repleta: crear más empleo, bajar impuestos cuando se cumpla el déficit, reformar las pensiones, buscar un pacto educativo… Muchos desafíos a los que mira con calma y optimismo. “¿Cómo veo España en 10 años? Como un país moderno, de oportunidades y a la cabeza de Europa”.

En 2016, España lideró el crecimiento europeo. ¿Cuáles son las fortalezas de la economía española que nos permitirán encarar los próximos años?

La fortaleza de nuestra economía es básicamente que ha experimentado una transformación sin precedentes gracias  a las reformas de estos últimos años en terrenos como el laboral, el financiero, o el energético. Todos estos cambios estructurales han permitido que España se sitúe a la cabeza del crecimiento de las principales economías del euro y permitirá también que España recupere en la primera mitad de este año el PIB perdido durante la crisis. Esto se traduce en empleo, que es el objetivo principal del Gobierno, y en reducción del paro.

El crecimiento que ha experimentado el país es equilibrado, acumulando ya cuatro años con saldo positivo en la balanza por cuenta corriente. Esto significa no tener que recurrir al endeudamiento exterior gracias a la ganancia de competitividad. Y existen infinidad de datos que nos dicen que vamos por el buen camino y que el crecimiento es sólido: las cifras de creación de empresas, la confianza empresarial y la de los mercados con la consiguiente caída de la prima de riesgo, por poner algún ejemplo. Aun así, no hay que olvidar que hay que seguir trabajando porque queda mucho por hacer y la recuperación tiene que llegar a todos los ciudadanos.

Pensando en todos los frentes abiertos para los próximos tres o cuatro años, ¿cuál diría que es su reto más importante?
Hay varios retos en diversos planos. En lo económico, sin duda, mantener el rumbo actual para poder tener 20 millones de personas trabajando en el año 2020; mantener el crecimiento, que en 2016 ha sido del 3,2% del PIB, casi el doble del conjunto de la zona euro; y mantener en el tiempo las reformas que nos han procurado estas cifras, tras las que hay personas que ven cómo su situación mejora.

En lo territorial, el desafío del independentismo al que inexplicablemente se ha sumado el Gobierno de la Generalitat, que ha decidido obviar los problemas de los ciudadanos para satisfacer a una minoría de radicales antisistema y plantear una exigencia que saben imposible.

Y en el plano internacional, hacer más y mejor Europa una vez que el Reino Unido abandone la Unión. Hemos de ver este paso como una oportunidad para todos aquellos que creemos en Europa y que creemos que juntos podemos darnos otros 60 años más de prosperidad, seguridad y bienestar.

El paro se ha reducido enormemente, pero todavía es muy elevado.¿Cuál es su mensaje para trabajadores y empresarios?
Que hay que seguir por la senda en la que estamos. Que este Gobierno no va a dejar de trabajar ni un día para que el empleo siga creciendo, para que todo español que no esté trabajando y quiera hacerlo, pueda lograrlo. Actualmente, el paro se reduce a un ritmo interanual del 10,92%; sin ir más lejos, el mes de abril pasado vivimos un mes histórico, con el mayor aumento del número de afiliados en un mes de abril, 212.216 personas, y el mayor descenso mensual del paro en toda la serie histórica, 129.281 personas. Pero queda mucho por hacer, quedan 3.573.036 parados registrados y hay que conseguir el objetivo de 20 millones de personas trabajando. En ese objetivo tenemos que estar todos, Gobierno, autoridades autonómicas, regionales, locales, empresarios, sindicatos y trabajadores.

Desde el sector privado se reclama una gran reforma de las pensiones para garantizar su sostenibilidad, como señalaba el último informe de Perspectivas España 2017 elaborado por KPMG. ¿Vislumbra un gran pacto político para abordar esta cuestión?
El futuro de las pensiones es un debate que tenemos abierto porque es un tema capital para España. Se ha puesto en marcha la Comisión del Pacto de Toledo porque es un asunto de todos, y debemos ser capaces de pactarlo entre todos los grupos políticos. Vamos a estudiar en todas las direcciones posibles el modo de llegar a un acuerdo sobre financiación de la Seguridad Social.

Cuando llegamos al Gobierno, por cada nuevo pensionista que ingresaba en el sistema desaparecían tres cotizantes y hoy, por cada nuevo pensionista se registran seis nuevos afiliados a la Seguridad Social. Pero hay que seguir trabajando para ese objetivo.

El FMI recomienda a España ahondar en la reforma laboral. ¿Seguirá sus consejos? ¿En qué dirección? Desde el punto de vista de la reforma fiscal, ¿cree que hay margen para reducir IRPF e Impuesto de Sociedades?
La reforma laboral ha funcionado porque ha permitido que el mercado laboral tuviera más pulso y más agilidad. El modo de medir su éxito lo tenemos en las cifras: el año pasado se afiliaron a la Seguridad Social más de 540.000 personas. En términos EPA, en 2016 el empleo aumentó en 413.900 ocupados y redujo en 541.700 personas el número de parados. Ahora estamos en otra fase que es la de trabajar en una agenda integral de calidad en el empleo para la que se han constituido mesas de diálogo social como se decidió en la primera reunión que mantuve con los interlocutores sociales en noviembre.

¿Cuál es el modelo energético que debemos plantearnos como país?

El modelo de política energética que defendemos tiene que tener en el precio uno de sus ejes principales. Aún arrastramos cargas generadas por políticas del pasado, pero se está trabajando de forma activa para no elevar los componentes de la factura eléctrica que dependen de la regulación y, en la medida que vaya existiendo margen, reducirlos de forma progresiva. Asimismo, debemos mantener la sostenibilidad financiera de los sistemas energéticos y evitar que se vuelvan a producir déficits. Las decisiones en materia de energía deben ser transparentes para el consumidor, que va a ser cada vez más protagonista al demandar más información y más capacidad para gestionar su consumo. A ello le van a ayudar herramientas como los contadores inteligentes. Por otro lado, se está trabajando en reforzar la protección a los consumidores más vulnerables, adaptando el bono social a quienes más lo necesitan.

España tiene que seguir avanzando en el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y contra el cambio climático. Hoy en día somos el país líder en la generación de energía con fuentes renovables: más del 40% de toda la electricidad generada en España procede de fuentes renovables, superando a otros países de nuestro entorno. La eficiencia debe ser otro de los pilares centrales de la política  energética: ahorra costes, reduce importaciones, mejora la competitividad y contribuye a la sostenibilidad medioambiental. España debe avanzar en una mayor integración en el mercado energético europeo. Para ello es necesario conseguir una mayor interconexión energética con Europa a través de Francia, lo que nos permitirá, en definitiva, tener un precio más competitivo e integrar de forma más eficiente las energías renovables.

¿Por qué es tan difícil en España llegar a un Pacto sobre la educación entre todos los partidos políticos cuando todos los españoles nos jugamos tanto en ello?

Espero que deje de serlo. Es uno de los siete pactos de Estado que propuse en mi investidura, el primero de ellos, junto al pacto por el fortalecimiento del sistema de pensiones, el pacto por el empleo, el de lucha contra la violencia de género, el de energía, el pacto por la igualdad de los españoles en el sistema autonómico y el pacto por la calidad democrática y contra la corrupción. Ese pacto de Estado Social y Político por la educación dio sus primeros pasos el 14 de febrero cuando se constituyó una subcomisión ad hoc en el Congreso, que lo primero que hará es un diagnóstico sobre la situación del Sistema Educativo Español y elaborará propuestas para su mejora.

Tiene mucha razón en que nos jugamos mucho en la educación, ni más ni menos que nuestro futuro como sociedad, nuestra competitividad, nuestra cultura, incluso nuestra convivencia, y es una de las prioridades de este Gobierno. En una legislatura como esta, cuyo mandato principal es el diálogo, espero que todos estemos a la altura para alcanzar ese gran pacto.

La sociedad camina hacia una mayor digitalización. ¿Qué debemos hacer para cambiar el modelo productivo de nuestra economía?

La sociedad española está avanzando a toda velocidad hacia el mundo digital. 27 millones de españoles tienen fibra óptica en su hogar, más del 90% de la población disfruta de cobertura 4G y tenemos una penetración de teléfonos inteligentes como muy pocos países del mundo. Vamos a seguir mejorando la cobertura digital en las zonas rurales para que cualquier ciudadano español pueda participar en la sociedad de la información independientemente de su  ubicación geográfica. En segundo lugar, vamos a seguir impulsando la digitalización de los  servicios públicos y creo que también es muy importante fomentar la digitalización de las pymes y de la formación. Hoy en toda Europa se quedan miles de puestos de trabajos sin cubrir por la falta  de cualificación digital de nuestros jóvenes; eso tiene que cambiar.

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